La Pascua es el centro de nuestra fe, la celebración más importante para los cristianos. En ella recordamos y vivimos la victoria de Cristo sobre la muerte y su promesa de vida nueva. Como colegio católico, tenemos la misión de transmitir este mensaje a nuestros alumnos y ayudarles a experimentar el gozo de la Resurrección. La Convivencia de Pascua es un Kairós (καιρός), un tiempo favorable para ello, un espacio de encuentro con Dios y con los demás. Para que esta convivencia sea verdaderamente significativa, es fundamental prepararla con cariño y atención. Cada actividad, cada material y cada indicación cuentan. Un buen desarrollo de la jornada depende en gran medida del cuidado con el que la organicemos. Los pequeños detalles pueden marcar la diferencia y ayudar a que nuestros alumnos vivan esta experiencia de manera más profunda.
Pero más allá de la organización, nuestra actitud como educadores será clave. Somos referencia para nuestros alumnos y, en la medida en que nosotros vivamos esta celebración con entrega y autenticidad, ellos también
entrarán en ella.
Si mostramos alegría, recogimiento y participación activa, ellos lo percibirán y lo harán suyo.
Pidamos al Señor que nos ilumine en esta tarea. Señor, concédenos la paciencia y la creatividad para preparar cada momento con amor. Que sepamos reflejar tu alegría y tu paz, siendo testimonio vivo de tu presencia entre nosotros.
Amén.
