Los Colegios Diocesanos piden un nuevo pacto educativo


-El Arzobispo de Valencia, cardenal Antonio Cañizares: la LOMLOE “peor ya no puede ser, degrada y deforma”.
-Presidente de la Comisión Episcopal para la Educación y Cultura (CEE), Alfonso Carrasco: “es necesario un nuevo pacto educativo porque tenemos emergencia educativa”.

-Rafael Cerdá, delegado de Enseñanza del Arzobispado de Valencia: “es muy importante compartir, para ayudarnos unos a otros, y porque cada vez tenemos retos nuevos y diferentes”.

 

El primer encuentro de Colegios Diocesanos con la participación de representantes de diferentes diócesis, celebrado durante el día de ayer, en Valencia, y hasta hoy, miércoles, organizado por la Comisión Episcopal para la Educación y Cultura de la Conferencia Episcopal Española, concluye con la necesidad expuesta en común sobre la respuesta urgente a la emergencia educativa y a un nuevo Pacto por la Educación.

El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, defendió la importancia de los Colegios Diocesanos como “alternativa necesaria” en España “distinta a lo que es actualmente la enseñanza oficial, con tantísimas carencias y enfoques que no son admisibles”. Según el cardenal Cañizares, los colegios diocesanos como también la Escuela Católica son una necesidad urgente en España ante las nuevas leyes de Educación como la LOMLOE “que peor ya no puede ser” porque  “degrada y deforma”.

El Cardenal Cañizares elogió la labor de la Comisión Episcopal para la Educación y Cultura porque “ha hecho un juicio espléndido sobre aspectos de la LOMLOE” y ante ella aseguró que “es posible cambiar, vamos a cambiar la sociedad, y el mejor instrumento para cambiarla es la Educación. Vamos a reanudar las reuniones de los colegios diocesanos para abordar la emergencia educativa y la libertad de enseñanza” y “no sólo centrándonos en la libertad de centro, sino en educar para la libertad, para ser hombres verdaderamente libres, escuelas donde se formen hombres libres, críticos, conscientes y creadores”.

Para el cardenal Cañizares, es este un reto “urgentísimo” porque “hoy se olvida lo fundamental, que es la persona humana: formar personas, no formar cosas ni para que reciban cosas, sino formar personas libres, críticas, conscientes y creadoras”.

El sistema educativo actual “educa para ser adoctrinados no para pensar” y cuando los alumnos llegan a la universidad “son incapaces de pensar”. Así, ante las grandes preguntas de la vida, ante la muerte, “no saben reaccionar porque no tienen el sentido de la vida” y eso es porque “el sistema educativo ha fallado, no sólo en España sino en toda Europa”. Frente a ello,  los colegios diocesanos “ofrecen esa alternativa” que da sentido a la vida y son “servicio a nuestra sociedad».

Igualmente, destacó el gran trabajo de los colegios diocesanos, recordando en el caso de la diócesis de Valencia tres ejemplos del buen hacer, los centros ubicados en Nazaret, en el Cabanyal y en Marxalenes, donde tienen el mayor número de niños integrados y eso “es un signo de evangelización”.

Finalmente, el Cardenal pidió a los Colegios Diocesanos “llevar a cabo este reto” y “trabajar todos juntos para ofrecer esta alternativa a la sociedad”, coincidiendo además con la festividad este domingo del Corpus que “es unidad”. Así que “os digo a todos que adelante “Avant y Amunt”  “Adelante y arriba”, concluyó el Arzobispo.

Alfonso Carrasco: la Iglesia tiene un gran reto y responsabilidad en la Educación

El encuentro de Colegios Diocesanos, celebrado en el Hotel Olympia de Alboraya así como en la sede de la calle Avellanas, 12 de Valencia, dio comienzo ayer martes con el saludo y presentación del presidente de la Comisión Episcopal para la Educación y Cultura y obispo de Lugo, Alfonso Carrasco.

Según Alfonso Carrasco, la Iglesia tiene un gran reto y una gran responsabilidad en la Educación y como dice el Papa “es necesario un nuevo pacto educativo porque tenemos una emergencia educativa”. “Es necesario estar presentes hoy en nuestro mundo”, por ello,  “los colegios diocesanos son una riqueza grande que tiene la Iglesia en nuestras diócesis”.

Igualmente, conforme apunta el presidente de la Comisión Episcopal para la Educación, «es necesario iniciar un proceso para ver, poder pensar y decir cómo entendemos nosotros la educación y poder ofrecérsela a los padres, porque si no lo sabemos con claridad y no tenemos certezas no sabremos aprovechar los espacios que nos dejan las leyes”.  Por eso, “necesitamos estar mucho más conscientes y presentes para poder hacer bien nuestra tarea”.

“Vamos por buen camino” pero “es muy importante pasar de las ideas grandes y generales a los proyectos concretos”, dar forma a esta alternativa que son los colegios diocesanos y compartirlo entre todos “ con la misma generosidad con la que nos hemos encontrado en Valencia”.

Asimismo, Alfonso Carrasco ha agradecido la labor realizada “y bien hecha” que se demuestra en los frutos que se han ido presentando en este encuentro que “abre muchas posibilidades de trabajo”. Además, agradeció a la archidiócesis de Valencia su acogida porque “ha sido cordial y muy hospitalaria”.


Raquel Pérez Sanjuán, directora del Secretariado de la Comisión Episcopal para la Educación y Cultura

La primera intervención abordó ayer “el camino recorrido y la propuesta de avance: hacia un trabajo en red de los colegios diocesanos”, a cargo de Raquel Pérez Sanjuán, directora del Secretariado de la Comisión Episcopal para la Educación y Cultura.

La Comisión para la Educación y la Cultura inició su andadura en marzo de 2020, justo cuando comenzó la pandemia. “Era el momento oportuno para iniciar este trabajo conjunto, esta relación entre los colegios diocesanos, que además es una petición de la Asamblea Plenaria de los Obispos, “para ver por dónde podemos caminar juntos, porque hay elementos que pueden ayudarnos a compartir, a conocer y mirar juntos la realidad”.

Además, también incluye la Cultura, que es algo muy amplio. “Dentro de esta Comisión Episcopal está la Subcomisión episcopal para las Universidades y Cultura y la Subcomisión episcopal para Patrimonio cultural. “Son tres dimensiones que están muy fuertemente vinculadas en la realidad”.

Rafael Cerdá, delegado de Enseñanza del Arzobispado de Valencia

Por su parte, Rafael Cerdá, vicario episcopal y delegado de Enseñanza del Arzobispado de Valencia, asegura que el encuentro de colegios diocesanos “es un tema que llevamos hablando ya mucho tiempo en nuestras reuniones de la CEE”. Después de pandemia “pensamos en reunirnos todas aquellas diócesis que tenemos colegios diocesanos y Valencia es la diócesis con mayor número de centros”.

Actualmente, la Fundación San Vicente Mártir Colegios Diocesanos  integra a un total de 67 centros escolares dependientes del Arzobispado de Valencia. A nivel nacional, se contabilizan más de 300 colegios diocesanos, presentes en más de 70 diócesis.

Este encuentro “es muy importante por dos motivos, el primero porque necesitamos compartir, porque cuando compartimos nos ayudamos unos a otros, y, por otra parte, porque cada vez tenemos retos nuevos y diferentes”.

En estos momentos “tenemos mucha preocupación a la hora de hacer selección del profesorado, porque somos escuela católica, por tanto ese es el plus que nosotros aportamos: todo lo que significa la identidad cristiana, la doctrina social de la iglesia o todo lo que significa el ámbito de la concepción del ser humano, la dignidad de la persona, el respeto mutuo”.


Los colegios diocesanos de Valencia acogen a 33.000 familias

Miguel Ángel Coello, gerente de la Fundación Colegios Diocesanos de Valencia, afirmó que los colegios diocesanos en Valencia cuentan con una gran trayectoria y experiencia, “gracias a los sacerdotes, párrocos y obispos que en los años 50 apostaron por la educación. El hecho de que Valencia tenga actualmente 67 colegios – la mayor parte de origen parroquial- “es fruto de aquellos emprendedores que viendo la necesidad de educación en barrios necesitados apostaron por crear una escuela”.

Ahora, “nosotros somos herederos de esta realidad y es verdad que también hemos acogido colegios de congregaciones religiosas que por motivo de vocaciones han tenido que dejar la labor educativa”. En este sentido, Valencia tiene muchos centros, que acogen a un total de 33.000 familias. Señala Coello, “tenemos fortalezas pero también muchas debilidades y ser un número tan importante es un reto”.

Para Miguel Ángel Coello los colegios diocesanos -como colegios parroquiales- son además una oportunidad para la sociedad y para la Iglesia, “cuando los jóvenes no van los fines de semana a las parroquias” y destaca el modelo de gestión “que llamamos de unidad, identidad y seguridad”. Así, “queremos crear un estilo de unidad y de acción en los colegios para que sean una opción clara para aquellas familias que eligen un modelo educativo católico desde la opción que la Iglesia diocesana les presenta”.

“Los colegios son distintos, pero tienen muchos elementos comunes. La problemática a todos los niveles, social, educativa, pastoral es común en todos los colegios, por eso me atrevo a decir que sería una pena no ponerlo en común y compartir unos con otros”, asegura.

Las jornadas incluyeron presentaciones y la puesta en común de propuestas, experiencias y buenas prácticas compartidas por los colegios diocesanos, centros educativos cuya titularidad corresponde a los Obispados y Arzobispados.