“Jesús crecía en sabiduría, estatura y gracia”
Queremos ser como Jesús, y crecer como Él creció. Lo que pretendemos en nuestros colegios es que todos conozcan y amen a Jesús en su Iglesia. Tenemos un tesoro: la fe, que debemos celebrar, vivir, orar, y así poder compartir y anunciar la belleza, alegría y armonía de nuestra fe de la Iglesia. Esta idea que llevamos a cabo en nuestros centros, está reflejada en el quehacer de los primeros cristianos y que nos relata los Hechos de los apóstoles: “Y perseveraban en la enseñanza de los apóstoles, en la comunión, en la fracción del pan y en las oraciones”. (Hch. 2,42).
Centrándonos en primer lugar en nuestros alumnos, también en nuestro personal y familias. Donde toda la actividad que hay en cada centro, sea para bien del alumno. Haciendo que este vibre en cada actividad, para que si está en clase de matemáticas, en ellas encuentre a Jesús, si estamos practicando educación física, en ella conozcan a Cristo. Para que en las celebraciones pastorales, en especial las sacramentales, tenga intimidad y experiencia con el mismo Jesucristo. De esta manera vibrarán como solo el mismo Espíritu Santo nos hace vibrar, y tener una experiencia más cercana con nuestro Padre Dios.
El objetivo de la delegación de pastoral es, promover una educación integral de inspiración católica dirigida a conseguir una sociedad más humana, justa, libre y más solidaria, conforme a los principios evangélicos y la concepción cristiana del mundo y de la vida, con un servicio social sin ánimo de lucro y con preferencia a los más necesitados.
Se trata de que al final del camino académico del alumno/a en nuestros colegios, conozcan, vivan, celebren, oren y anuncien con alegría la armonía y el buen hacer de la fe eclesial. Consiguiendo que el alumno/a piense, vea, oiga, hable, obre, quiera y actúe como lo haría el mismo Jesucristo.